tenemos demasiado ligado a nuestro correo, tanto, que para robarnos la identidad y arruinarnos la vida solo necesitan acceder a él. ¿cuándo permitimos esto y por qué son tan frágiles nuestros sistemas de vida? sé que todo se va a acabar y yo no voy a existir pero mientras exista, ¿cómo hago mi vida menos miserable? y bueno he estado borrando puro correo, el otro día borré diecinuevemil, antier diezmil, y ayer y hoy dosmil y voy viendo mi vida pasar, cada novio, cada you are sharing your location on google maps. llega 2020 y no hay facturas de uber: la pandemia. llega marzo de 2020 y tengo correos del día que se murió mi amigo y paro y lloro. hago, sin querer, arqueología digital de mi correo. arqueología de mis memorias. recuerdo de nuevo cuando ilusionada, hace más de diez años, estaba suscrita a hello poetry y urban dictionary. luego tantos newsletters y cosas que pasan. lo dejaría todo ahí pero me hace ruido. y no sé si estoy para preguntar yo, que no soy familiar. pero los correos de mi amigo qué? ¿le siguen llegando sus newsletters? ¿su spam? podría, en definitiva, intentar escribirle un correo, pero temo que le llegue a su familia. no quiero escarbar las heridas. pero he ido recolectando los pocos correos que intercambiamos. tengo un par de sus playlists en spotify. como si estuviera haciendo un archivo y diciendo: existió. mis partes favoritas de mi correo no las quiero borrar, pero mi sistema de carpetas está obsoleto y eso es lo que estoy arreglando. trabajo en las noches, poco a poco, como si fuera un gusto culposo. me siento espía de mi misma y me reprocho ir página por página leyendo el título de los remitentes. por qué me aferro. qué tanto hay de mi en mi correo. qué tanto hay de mi en mi. ¿si quiera existo? me gusta recibir los correos bonitos de fotos de la nasa. existir es tan extraño. es jueves y existo. es jueves y existo.
via https://www.nasa.gov/image-feature/looking-at-stars-in-the-early-universe , foto de junio 2020 telescopio de hubble.