Si mi amiga hubiera tenido la oportunidad de sentirse cómoda en su vida y en su piel, tal vez seguiría con nosotros. Sí, ya sé, el juego de: “qué tendría que haber pasado para que esta persona no se suicidara” no tiene ni pies ni cabeza. Se la pasa uno fantaseando de escenarios en los que la persona se hubiera podido sentir mejor, pero probablemente no se trata acerca de la situación sino de la persona. No es que un trabajo te de ganas de matarte, esas ganas ya las llevas por dentro. Y de la idea a la acción también hay un tramo importante.
Pero sí, a veces pienso, ¿qué hubiera pasado si ella se hubiera sentido que tenía la posibilidad de estar como quería estar? Y no estoy muy segura de en qué consista eso. Quizá en parar de ceder. En ponerle más límites a aquello que no nos guste con la posibilidad de que nos tachen de groseros. Pero tal vez querer estar vivo valga más la pena que querer respetar las reglas.
Es pura especulación, lleva años muerta. Pero me gusta pensarlo. Con los pensamientos suicidas constantes que uno nunca lleva a cabo uno empieza a preguntarse en qué lugar sí se siente bien. En qué situación quiere estar.
También sé que somos supuestamente cada vez más intolerantes a lo doloroso y queremos evitar los sentimientos profundos con la superficialidad de, no sé, las redes? Siento que estoy diciendo en eco lo que dice la gente.
Ver la vida como un objeto de consumo capitalista utilitarista hedonista que tendríamos que disfrutar o no vale la pena la inversión, el haber nacido. Tener que estar feliz todo el tiempo porque sino estás “desaprovechando”. Y NO. TODAS LAS EMOCIONES SON PARTE DE ESTA EXPERIENCIA. Este sería el videojuego más caro del mundo. Alguien pagaría millones para sentir esa experiencia. Excepto que la vida no tiene precio. Bueno, en mi cabeza no tiene.
Y bueno. La experiencia humana es rarísima. Pero no puedo utilizar ese término, porque la vida misma es lo que comparto con todos los seres humanos del mundo entonces no es rarísima. Es común.
Hoy me corté el pelo, lancé este blog, comí delicioso, y estoy por dormir en una cama. Mi vida es wao. Me hubiera gusta pensar que mis amigos muertos también sintieron esta clase de satisfacción. Me hubiera encantado que no se mataran. Ni modo.
Posibles temas para el siguiente post: #corecore, memento mori.